Luego de 40 años de operaciones, Silicon Valley Bank (SVB) fue intervenido por el Fondo de Seguro de Depósitos de USA (FDIC, por sus siglas en inglés) el pasado viernes. El episodio representa el mayor colapso de un banco del país en la última década. Durante el fin de semana los reguladores anunciaron, además, medidas para detener el contagio a otras instituciones financieras.
Asset / Liability Mismanagement
En base a la información que ha transcendido, SVB es un outlier y no un signo de un problema extendido en el sistema financiero. SVB realizó un manejo escandalosamente incompetente de calce de activos (de corto plazo, altamente concentrados en la volátil e hiperconectada comunidad techie) y pasivos (de largo plazo, comprados en el punto mínimo de las tasas de interés). El alza de tasas de interés en dólares pulverizó el patrimonio de la empresa. El episodio tiene varias lecciones para ahorristas no sólo de USA, sino también de Perú. Por ejemplo:
- Más retorno por menos riesgo: Al igual que la mayoría de bancos en USA, SVB pagaba en sus cuentas y depósitos tasas mucho menores que la alternativa libre de riesgo: las notas del Tesoro de USA. A inicios de marzo el T-Bill a 3 meses rendía 4.76% a vencimiento, que es múltiplos de lo que paga la típica cuenta bancaria en USA o Perú. La deuda de emisores corporativos globales de rating A- (es decir, superior al rating del Gobierno del Perú y los bancos locales en dólares) transan a niveles de 5.2% (este no es un estimado; son bonos que he comprado yo para el fondo mutuo Blum Cash). Pero el problema no es solo la tasa. Incluso antes de que se conocieran los problemas de SVB, era evidente que el banco era más riesgoso que el crédito del gobierno de USA. Dadas las tasas actuales del mercado público de corto plazo, para la mayoría de personas y empresas un depósito o cuenta bancaria es una promesa de menos retorno a cambio de más riesgo.
- Diversificación: Tener todos los ahorros con una sola institución bancaria es riesgoso. Pero, sobre todo para empresas, (y aquí hablo por experiencia personal) diversificar no es fácil: abrir cuentas bancarias con múltiples instituciones financieras es una pesadilla burocrática. Pese a todo el ruido sobre transformación digital, los procesos siguen siendo antediluvianos: engorrosos, muchas veces presenciales, con frecuencia requieren de tecnología del siglo XIX como sellos; luego el trámite se estanca porque firmé con lapicero azul en vez de negro y hay que volver a imprimir todo. Acceder a los mercados globales de money market, vía fondos de liquidez diversificados, requiere abrir una relación con una Sociedad Administradora de Fondos (SAF) o una Sociedad Agente de Bolsa (SAB).
- Transparencia: La diligencia necesaria para hacer un depósito bancario no es sencilla. No sólo es necesario entender la naturaleza de los activos y pasivos de un banco, sino cómo están contabilizados. Desde hace meses se sabía que, si los activos que SVB había clasificado como “inversiones a vencimiento” se clasificaban como “disponibles para la venta”, el patrimonio del banco desaparecía. Lo que precipitó la corrida bancaria fue que venture capitalists no solo influyentes, sino que encima saben leer balances, instruyeron a sus empresas de portafolio que retiren sus fondos de lo que era un accidente financiero inminente. En el mercado de capitales, por otro lado, es sencillo escoger productos seguros, siempre que uno se mantenga en el universo de intermediarios regulados. En el caso de los fondos mutuos, la SMV obliga, correctamente, a las SAFs a denominar los fondos con nombres representativos a la clase de activo en la que invierten, y a ceñirse a políticas de inversiones públicas y disponibles a los inversionistas. Y todas las posiciones de los fondos mutuos locales se publican mensualmente en la página web de la SMV (en el caso de Blum SAF, actualizamos todas las posiciones todos los días en el portal de clientes). En el mercado internacional, la mayoría de administradores de ETFs también publica las posiciones. Escoger un buen ETF de US Treasuries, por ejemplo, toma un par de clics.
Los productos bancarios tradicionales tienen un lugar en el portafolio de personas y empresas. Pero ese lugar no es la totalidad de los ahorros. El caso de SVB demuestra que el riesgo que acarrea esta práctica no es aceptable: perder la empresa, o los ahorros de toda la vida, fue una posibilidad real para miles de clientes de SVB en las últimas horas. Las personas, pero sobre todo los tesoreros corporativos, tienen el deber de explorar opciones en el mercado de capitales. Esto es especialmente relevante en entornos de alzas de tasas (es decir ¡hoy!) ya que la búsqueda probablemente terminará en una reducción del riesgo (via diversificación + menor riesgo de crédito) a cambio de una mayor tasa de interés. ¿Así o más win-win?